Perdón. Así es. Pedimos perdón con casi toda la sinceridad de la que somos capaces. Cuando años atrás escribimos la nota sobre el airoso edificio que hace ochava en Hipólito Irigoyen y Avda. Rivadavia (FXBA ...
El santo patrono de Buenos Aires carga, como mínimo, con un turbio proceso electoral que concluyó en su designación como protector de la Ciudad.
En las alturas de Buenos Aires artesanos (¿artistas?) anónimos embellecieron con estatuas y monumentos muchas construcciones de la edad de oro de la arquitectura porteña.
El indolente frenesí de los conductores porteños troncha a diario vidas de anónimos colaboradores que valientemente intentan ordenar el bestial tránsito de la Ciudad.
Difícilmente pueda existir algo equiparable en sordidez, suciedad y abandono a la recova ubicada en la cuadra que enfrenta a la Plaza Miserere, sobre avenida Pueyrredón.
En el pasaje Rivarola de Buenos Aires debería hablarse en francés. Es, sin comparación, el lugar más parisino de nuestra ciudad.