El árbol más alto de Buenos Aires está, naturalmente, en un antiguo barrio de nuestra ciudad.
El magnífico templo ortodoxo ruso encargado por Monseñor Constantino Izrastzoff se eleva desde 1901 frente al parque Lezama en el barrio de San Telmo.
Este pasaje esconde la heroica historia de cuando los porteños debieron tomar las armas para defenderse de un invasor extranjero.